Lo imprevisto

"... el despliegue de lo imprevisto estaba en todas partes.

Lo implacablemente imprevisto, que había dado un vuelco erróneo, era lo que en la escuela estudiábamos como , una historia inocua, donde todo lo inesperado en su época está registrado en la página como inevitable. El terror de lo imprevisto es lo que oculta la ciencia de la historia..."

bueno, y ese es Ph. Roth, a quien muchos quieren pronto con el Nobel, y en verdad que el tipo lo hace bien
pero aquí no se trata, siento, de escribir mejor o peor, sino de qué cosas se escribe : este asunto, "la crisis", para mí que consiste sobretodo en esto de lo

claro, me dirán, en Chile fue lo contrario : acá se sabía de "la crisis" meses antes que llegara, y por eso aun se discute si se dijo o no se dijo que estábamos o no "blindados"

sí, en Chile lo que yo creí al principio escribir fue más bien una "crónica de la crisis anunciada" -y eso, sólo para recordar a Gavo García Márquez-, esto en verdad me fascinaba : que la ola del sunami venía, que todos nos preparábamos , y..., entonces, cómo comenzaban a pasar las cosas, quiero decir, blindados o vulnerables, de fierro o de algodón...

pero allá, en la City, en Wall St, el asunto fue realmente imprevisto. Y eso que ellos menejaban, como dice Kafka en mi capítulo La Postcrisis, "sólo y nada más que agencias de control" (o lo que parecían eso)

los esfuerzos y los simulacros de las ciencias y la filosofía, parecen destinados a, finalmente, controlar o administrar ese azar, y entonces, las cosas se encargan de desmantelar

pero el asunto ahora sería que, en el mundo complejo del post, el mundo donde hay ya demasiado imprevisto, en vez de regresar incesantemente al esfuerza¡o o a la simulación del control, mejor aprender a experimentar lo real como cuestión de azares

ese es un cambio de, como se usa decir, "paradigma"; en fin, una transformación que, para mejor, incluso no debería tener nombre, y menos un solo nombre

es una "actitud", una sensibilidad, un "estar disponible"; cualquier cosa como esas;

de cualquier forma, menos con ese estigma del terror ante el azar

-lo imprevisto es vital-

y ese extracto lo tomo de una novela de Roth que se titula "La conjura contra América"