martes, 30 de junio de 2009

Por la espalda, siempre es crítica

Nuestros protagonistas, ella y él, juntos ya a bordo del OOOO A5,
pasan velozmente por la ruta que va por el lado de las obras de construcción
de las nuevas centrales termoeléctricas a carbón de Ventanas.

Pues bien, según nos informa el periódico del domingo pasado (Mercurio de Santiago-Chile),
la Corte Suprema del país acaba de ordenar la paralización
de dichas obras. Motivo y razón : que se levantan en un terreno que,
según el plano regulador de Puchuncaví, está "destinado a áreas verdes".

El periódico saca cuentas : cuánto pierden los inversionistas y contratistas (por día!!);
cuántos trabajadores serían despedidos o no contratados, ...
Es el complejo cálculo actual entre todos los beneficios y todos los costos (externalizados
e internalizados; de corto y largo plazo).

Hay, y así es el panorama de la bahía de Quintero en la novela,
todo un tema con la cosa ambiental en el lugar.
¿Otra crisis? (en este caso, la de los gases invernadero -del carbón-, y el calentamiento global;
o la situación de la gente que respira diariamente esos aires);
o, quizá, ¿una crisis en la crisis? ¿cierta especie de crisis de la palabra "crisis"?

En fin, en esas preguntas se juntan con el asunto
de las complejidades en el nuevo siglo y los tiempos del post.

Pero ella -Josefina-, y él -¿cómo se llama?-, pasan velozmente por allí
atentos a sus propios asuntos, deseos y ansiedades.

Pronto las Centrales quedan atrás, a la espalda;
y, en una curva furtiva, frente a ellos sólo el sol y el mar, y un atardecer por donde pasará
una noche "crítica".

para qué contar qué pasará si leerlo allí
es más entretenido??

fc

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